Félicitations ! Ton soutien à bien été envoyé à l’auteur
avatar
15 Regreso de las Indias

15 Regreso de las Indias

Publié le 15 sept. 2025 Mis à jour le 15 sept. 2025 Historique
time 3 min
0
J'adore
0
Solidaire
0
Waouh
thumb 0 commentaire
lecture 0 lecture
0
réaction

Sur Panodyssey, tu peux lire 10 publications par mois sans être connecté. Profite encore de 9 articles à découvrir ce mois-ci.

Pour ne pas être limité, connecte-toi ou créé un compte en cliquant ci-dessous, c’est gratuit ! Se connecter

15 Regreso de las Indias

Su esposa lo juzgaba “absolutamente angustioso”, pero mi primo había sido firme. Cada día regresaba a su casa a lomo de camello.

Había traído al animal de un viaje hecho a las Indias y estaba encaprichado con él. Ese medio de transporte le parecía “muy chic y perfectamente adaptado”.

Por supuesto, al inicio hubo abucheos, burlas un poco infantiles sobre el hombre y su montura. Él resistió y luego, en lo que al inicio parecía un desafío a las buenas costumbres, terminó por subir los peldaños de la seducción.

Lo saludaban en la calle y él respondía con un pequeño gesto del sombrero. Su camello impasible no se dejaba engañar. Había tomado afecto por el hombre, pero conservaba su distancia hacia los extraños. Con mi primo era muy diferente.

De tanto en tanto tenían signos de ternura e incluso momentos de intimidad cuando se hablaban en secreto. Los dos eran orgullosos, pero se enternecían mutuamente en sus paseos cotidianos, con frotamientos de pelos y también a veces con largas lamidas de lengua rasposa.

El hombre y la bestia se borraban en ese acercamiento, como si la complicidad hiciera desaparecer las fronteras. No hubo transformación, pero sí un deslizamiento del uno hacia el otro.

El camello adoptó las actitudes de su dueño. No era raro que se inclinase ligeramente delante de las señoritas, o que pase altanero delante de los comerciantes. Mi primo se expresaba a veces mostrando los dientes. En ocasiones más raras, se les escucho balar muy distintamente en dirección de los pasantes.

El hombre y su montura parecían estar al unísono y no se sabía bien como separarlos. En su tiempo, los Aztecas no distinguían tampoco el hombre que montaba del animal.

Años más tarde, cuando los dos habían desaparecido, encontré a su esposa. Tuvo una sonrisa desconsolada cuando evoco a su pareja: “No diría que me hubiera engañado, pero no puedo evitar creer que era solo la segunda en sus pensamientos.”

Esta confesión me recuerda un detalle que había olvidado. El camello nunca tuvo nombre. Cuando en ese entonces le hice la pregunta, mi primo me contestó secamente: “No se da nombre a lo que es próximo.”

Aún me interrogo sobre el sentido oculto de esta afirmación.

******************************************************************************************************************************

Source : http://nepantla.net/L_C_23_esp.html

Imagen : gallica.bnf.fr

lecture 1 lecture
thumb 0 commentaire
0
réaction

Commentaire (0)

Tu dois être connecté pour pouvoir commenter Se connecter

Tu aimes les publications Panodyssey ?
Soutiens leurs auteurs indépendants !

Prolonger le voyage dans l'univers Historique
16 La caza
16 La caza

La caza había sido buena, había...

Christophe De Beauvais
3 min
17 La chasse
17 La chasse

La chasse avait été bonne, on a...

Christophe De Beauvais
3 min
13 El retrato
13 El retrato

Hay algo áspero en su postura q...

Christophe De Beauvais
2 min

donate Tu peux soutenir les auteurs qui te tiennent à coeur

promo

Télécharge l'application mobile Panodyssey